La relación de un
espectador con su actriz o actor predilecto de la pantalla grande se asemeja
demasiado a la historia de amor trunca de (500) Días con ella. Tom,
joven idealista (¿acaso no lo son todos?), se enamora de Summer. A ella le
gusta él, pero no cree en el amor. Y punto. La relación transcurre con
altibajos (¿acaso no lo hacen todas?) hasta que un día Summer, sin razón
aparente, decide concluirla. De ahí en más la depresión, la amargura, la
esperanza mutilada; esa espiral descendente a la que están condenados los
amantes no correspondidos.
El debutante Marc Webb narra esta historia avanzando y retrocediendo en el
tiempo, como ahora ya es costumbre para manufacturar películas “no
convencionales”. El mayor pecado de (500) Días con ella, más
allá de sostener una relación con la realidad que rodea a la pareja similar
a la de la serie “Friends” (es decir, casi nula) y de una voz en off
redundante y excesivamente didáctica, es creerse más original de lo que
es, proponiendo una retórica supuestamente autónoma que resulta antojadiza y
caprichosa.
Su estructura narrativa y tema son similares a los de Eterno
resplandor de una mente sin recuerdos, sus recursos cómicos se asemejan
a los del mejor Woody Allen (el de Annie Hall, pantalla dividida
incluida) y comparte sensibilidad y melancolía con Richard Linklater y
Cameron Crowe. La gran virtud del film, empero, es la de
identificar desde la puesta en escena la mirada del espectador con la de Tom
(Joseph Gordon-Levitt). Lo logra no sólo incluyéndolo en todas las
escenas y narrando desde su punto de vista sino, fundamentalmente,
fotografiando a Summer (Zooey Deschanel) como si la cámara hubiese caído
indefectiblemente bajo sus encantos, hasta el punto (obsesivo) de virar la
fotografía al azul y poblar el cuadro de objetos de ese color, en armonía
con los ojos de la actriz. De ese modo, no podemos sino enamorarnos,
alegrarnos, sufrir y sentirnos impotentes junto a Tom. Así, cuando
finalizó la película Summer quedó grabada en nuestras retinas. Para quien
esto escribe, la amable comedia agridulce (500) Días con ella es y
será
“(95) Minutos con Zooey”.
Hernán Ballotta
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