Después del traspié que supuso la remake de El planeta de los simios,
Tim Burton había sembrado muchas dudas sobre sus futuros trabajos. Pero con
El gran pez, su film menos oscuro pero no por ello menos creativo y
atrevido, todas ellas se despejan.
Esta película cuenta la
historia de Edward Bloom (interpretado en diferentes momentos de su vida por
Ewan McGregor y Albert Finney), un hombre querido por todos, que siempre
tiene una historia a mano que supera todos los límites de la realidad. Toda
su vida parece haber transcurrido en una dimensión paralela a la nuestra,
algo que puede aceptar sin problemas su esposa (Jessica Lange) pero que no
entra en la cabeza de su hijo –Billy Crudup–, un periodista que no aguanta
la tendencia de su progenitor a inflar acontecimientos de su vida
para llamar la atención, lo que lo ha llevado a enemistarse con él. Cuando
la salud de Edward sufre una grave recaída, el hijo vuelve al hogar no sólo
para acompañarlo en sus últimas horas, sino también para averiguar la
verdad. Toda la verdad. Lo que asimismo será una excusa perfecta para que el
espectador pueda saber cómo fue la vida de Bloom, que incluye momentos de
todo tipo: alegres, insólitos, aterradores, tristes, melancólicos,
románticos, etc. Todos ellos entremezclados, apasionantes, desbordantes de
imaginación.
El gran pez
no sólo es una bella película, sino también una película inteligente, que se
permite reflexionar sobre el arte de la narración oral y sus consecuencias
en la transformación de un relato, activando en el público una evocación por
las historias transmitidas por los padres en las que la memoria expande
todo. No hay grises, todo es extremo, y se quiere escuchar el cuento una y
otra vez. Pero la infancia termina, los requisitos hacia los mayores son
otros y los cuestionamientos no tardan en llegar. Los padres dejan de ser la
única referencia con respecto al mundo exterior y uno empieza a hacerse su
propia idea del universo. Es lo que le pasa al hijo de Edward Bloom, quien
necesita que la figura de autoridad del padre no se diluya en un montón de
historias fantasiosas. Necesita una guía, algo que le permita recuperar el
respeto por su padre, pues el cuestionamiento sólo forma parte de una
búsqueda de entendimiento definitivo.
Si estética y narrativamente
El gran pez es impecable, su elenco, que también integran Alison
Lohman (como la esposa del joven Bloom), Helena Bonham Carter, Steve Buscemi
y Danny DeVito, entre otros, entrega momentos brillantes.
Culminando la trilogía de los Eduardos (los otros dos films son El joven
manos de tijera y Ed Wood), El gran pez establece una
inesperada conexión entre Burton y el gran John Ford en el tratamiento de lo
que se le enseña a la gente con respecto a la Historia Universal y de cómo
hombres comunes son transformados en próceres legendarios a pesar de sus
yerros. Al final del western de Ford Un tiro en la noche, un
periodista decía: “Esto es el Oeste, señor. Cuando la leyenda se convierte
en realidad, se imprime la leyenda.” Burton, como Ford, imprime la leyenda.
Rodrigo Seijas
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