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EL CUERPO
(The Body)

Estados Unidos, 2000


Dirigida por Jonas McCord, con Antonio Banderas, Olivia Williams, John Shrapnel, Derek Jacobi, Jason Flemyng, John Wood.



El padre Matt Gutiérrez (Antonio Banderas) es enviado por El Vaticano para investigar el hallazgo de unos huesos que una arqueóloga descubrió en Jerusalén y que podrían ser los de Jesús. En realidad, el espectador se entera de antemano, y no de manera muy sutil, que más que a profundizar en el tema, el cura viaja desde Roma para encontrar el error, la excusa, el motivo que permita afirmar que de ninguna manera ese supuesto es posible.

Como premisa, el planteo fantasioso de un posible descubrimiento científico que pone en jaque uno de los dogmas más importantes del cristianismo –la resurrección de Jesucristo– es atractivo y hasta despierta cierta inquietud. Pero con el correr de los minutos, la propuesta se desdibuja. Lo que parecía una idea interesante para ahondar en las posibles consecuencias que ocasionaría en la humanidad creyente tamaña revelación, termina por transitar caminos bastante obvios y alejados de la tensión y el suspenso que la trama requería.

Así, en El cuerpo se sucederán los intereses políticos e ideológicos, subrayados por la idea explícita en más de una oportunidad de que "Dios no tiene lugar en política". Es por eso que, para quitar "el problema" del medio o sacar algún provecho, todos querrán conseguir el preciado tesoro: judíos ortodoxos (por molestar a los muertos), palestinos (para chantajear a sus enemigos religiosos), funcionarios israelíes (para extorsionar a la Iglesia y quedar bien con los altos mandos de gobierno). Pero todo es tan evidente y tan endeble...

Los "malos", representados en la figura del terrorista palestino, no son tan malos como para hacer funcionar efectivamente la tensión que debería ejercer la figura del villano; a pesar de que hay explosiones, secuestro de niños y algunas muertes. Además, todos los "bandos" –los ortodoxos, los palestinos, los cardenales católicos– están delineados de manera esquemática y estereotipada.

Para los tres personajes centrales las cosas no son muy diferentes. El padre Lavelle (Derek Jacobi), también arqueólogo y uno de los primeros consultados ante el descubrimiento, es una de las víctimas que se cobra la historia para demostrar los peligros de una crisis de fe como la que podría suscitar la supuesta verdad. Sharon Golban (Olivia Williams), la arqueóloga que halló los huesos y que le sigue los pasos a Banderas para guiarlo en la investigación, es la portadora de la ciencia, de la razón; su dilema moral pasa por no querer ser "la culpable de hacerle un mal al mundo". Por último, el padre Matt se debate entre su misión de defender a la Iglesia y conservar su fe y las contradicciones que le despiertan los hechos concretos.

En El cuerpo, entonces, se suceden las pruebas y contrapruebas respecto al esqueleto encontrado en la tumba; se producen diversos atentados, robos y persecuciones (aunque se trata de escenas de acción bastante inofensivas de las que Banderas siempre sale ileso); se dialoga sobre las posibles consecuencias para la religión, que son resumidas finalmente en un "no pasará nada"; y no faltan algunas confesiones sobre el pasado y un sugestivo roce entre la pareja central.

La resolución confusa respecto de la veracidad del hallazgo; el cambio de rumbo del personaje de Banderas y la imagen de la madre-arqueóloga-judía explicándole a su hijita por qué "hay un hombre" en la cruz que Matt ha olvidado en su casa, completan la moraleja que faltaba y terminan de convencer de que la premisa era buena, pero era sólo eso, una premisa. "Dichosos los que creen en lo que no han visto", afirma el versículo que se lee antes de los títulos finales.

Yvonne Yolis