Fiesta de aniversario recorre zonas muy visitadas por el cine
intimista que representa. La idea de reunir a un grupo de amigos en una
fiesta y hacerlos confrontar sus deseos y sospechas, sus personalidades,
hace tiempo que forma parte de la historia del cine (Los amigos de Peter,
de Kenneth Branagh, y un largo etc.). Probablemente conscientes de ello, los
ahora multifuncionales Alan Cumming y Jennifer Jason Leigh (directores,
guionistas, productores y protagonistas del film) introducen una variante:
no mostrar –a excepción, en parte, de los protagonistas– la evolución de los
personajes sino sus estados actuales.
La fiesta del título alude a la celebración del sexto año matrimonial
de Joe y Sally, con la particularidad de que la pareja atraviesa una
reconciliación, y ha decidido tener hijos. A la reunión asistirán diversas
personalidades de Hollywood: Joe es un novelista a punto de transformarse
en director y Sally una actriz estelar, por lo que entre sus invitados se
encuentran un actor de renombre, varias actrices, un director, una
fotógrafa y, por supuesto, abogados representantes. A los que se agregan
los únicos out-siders de la farándula: los vecinos, con los que Joe
y Sally tratan de disolver un conflicto provocado por el perro de Joe.
El prólogo de la historia –la llegada de todos los invitados– es algo
extenso, pero comienza a delinear los rasgos más destacables del film: un
retrato verosímil de los personajes, la sensación de participación de un
encuentro íntimo y alegre con insinuadas tensiones entre algunos y
atracciones entre otros. No por nada el mejor momento del film es aquel en
el cual los invitados van pasando frente a Joe y Sally, cada uno con algo
que decirles y ofrecerles: una canción de rock, una composición de violín,
una danza entre padre e hija, o un monólogo sincero desnudan a los
personajes e involucran a los espectadores. La filmación de la película en
formato digital, con actores amigos y en sólo diecinueve días, sin duda debe
haber ayudado a transmitir esa naturalidad. Y al lucimiento de los actores.
Jennifer Jason Leigh, Kevin Kline, Jennifer Beals, John C. Reilly,
Gwyneth Paltrow y el resto del elenco logran conectarse con la historia.
Para Alan Cumming el film es la posibilidad de desprenderse del estereotipo
de homosexual amanerado que lo había introducido en Hollywood (Ojos bien
cerrados).
Expresé al comienzo de la nota que la mayoría de los personajes no
evolucionan. Esta apuesta fuerte de los directores funciona hasta cierto
punto: por un lado, algunos secundarios interesantes van perdiendo cartel
con el correr del relato. Por el otro, la falta de evolución estira un poco
la película y el guión deriva sobre el final en errores inesperados respecto
del planteo: un golpe bajo y varias sorpresas hacen avanzar a la pareja
protagónica hacia un crescendo dramático algo descolocado. Pero Fiesta de
aniversario funciona bien durante demasiado tiempo como para descartarla
por sus últimos minutos.
Ramiro Villani
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