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HALLOWEEN:
RESURRECCION
(Halloween: Resurrection)
Estados
Unidos,
2002 |
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Dirigida por Rick Rosenthal, con Jamie Lee Curtis, Tyra Banks, Brad Loree, Busta Rhymes, Bianca Kajlich, Katee Sackhoff.
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Michael Myers sí que es duro de matar. Parecía que con H20 la
serie llegaba a su fin, pero siempre se pueden inventar cosas nuevas. A
los realizadores de la terrorífica saga de Halloween, sin embargo, les
quedaron ciertas cosas claras. Y a Jamie Lee Curtis también, quien
decide, sobre el principio mismo de la película, despedirse en grande,
abandonando un papel que las catapultó (a ella y a su impresionante
delantera) a la fama absoluta. Ya debió cansarse de ser perseguida por su
hermano psicópata.
Myers adopta para siempre en su octava aparición el rol de asesino
múltiple, alcanzando un gran nivel mediático, más precisamente el de
los reality shows y el ciberespacio. La realidad se mezcla con la ficción
a partir de la visita –el Día de Brujas, por supuesto– transmitida a
todo el mundo por Internet de seis adolescentes a la casa donde vivió el
enmascarado durante su perturbadora infancia. El problema es que (¡ops!)
la casa casi destruida y supuestamente deshabitada alberga al señor
Myers, a quien todavía le quedan ganas de ensartar, acuchillar,
destripar, degollar y triturar... gente.
Por supuesto, todos estos jóvenes son bastante estúpidos y cometerán
muchas torpezas, como separarse, meterse en lugares indebidos, drogarse e
incluso tener sexo. Acciones todas que disminuirán su número
progresivamente. Lo bello (es un decir) del asunto es que todo esto
ocurrirá en vivo y en directo, a color y será visto por muchos otros
jóvenes que se reirán a más no poder y aplaudirán rabiosamente cada
"performance" de Michael, sin saber que lo que ven es tan real
como la vida y la muerte mismas. Es en esos momentos cuando la película
vuela más alto, pegándole con ácido humor a los medios y a su mediatización
de la muerte, sin dejar por eso de "ser consciente" de que ella
misma, en cuanto film, es un vehículo de la violencia más pura y
visceral.
Con un buen prólogo, el film de Rick Rosenthal (también realizador de
la segunda Halloween) no pretende innovar mucho y se aferra a la
premisa de la muerte vista por millones al mismo tiempo. Tomando un
poquito de cada uno de los últimos éxitos de terror adolescente de los
últimos diez años (Scream, El proyecto Blairwitch, Sé
lo que hicieron el verano pasado, etc.) pero sin robar
descaradamente, con mucho humor, Halloween: Resurrección pasa la
prueba sin llegar a ser brillante. Con eso le alcanza para darle un poco
más de oxígeno al interminable Michael Myers.
Rodrigo Seijas
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