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HARRY
POTTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL
(Harry Potter And The Philosopher Stone)
USA-Inglaterra,
2001 |
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Dirigida por Chris Columbus, con Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma
Watson, John Cleese, Robbie Coltrane, Richard Harris, John Hurt, Maggie
Smith.
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Harry Potter y la piedra filosofal es una película para niños, pero
en gran parte de las salas la edad promedio supera ampliamente los 30. ¿Cómo
se explica que un film que tiene como protagonista a un niño de 11 años y un
argumento sin el trillado cóctel de sexo, violencia y superacción capte una
audiencia tan por encima de la edad de los supuestos destinatarios?
Marketing es sin duda la primera palabra que nos viene a la mente, y no
estamos errados. Sin embargo, las dudosas bondades de esta voluble hija de
los grandes estudios no deben aquí ponerse en tela de juicio. En este caso
el fin –y el film– justifican los medios.Harry Potter... es la
historia de un niño cuyos padres fueron asesinados por un poderoso mago que
durante su momento de gloria se ocupó de exterminar a todos aquellos que no
comulgaban con sus malas artes. No obstante, las facultades de éste no
pudieron acabar con la vida de Harry, quien siendo tan sólo un bebé logró
vencer los oscuros maleficios usados en su contra. Desde entonces, además de
llevar una cicatriz en la frente, Harry es venerado por sus contemporáneos y
conocido por la comunidad de magos como "el niño que sobrevivió", verdadera
metáfora de la existencia literaria de este personaje que llegó a cautivar a
chicos y no tanto en más de 50 lenguas distintas con su arquetípica saga.
Pero he aquí lo interesante: Harry no sabe que es la celebridad que es hasta
que cumple 11 años y recibe una invitación para concurrir al prestigioso
colegio Hogwarts entre cuyos alumnos sólo los hay magos.
Hogwarts School, donde transcurre la gran aventura, respeta la
escenografía oxfordiana con la que fue concebido: vértigo gótico,
bibliotecas polvorientas, velas, vidrio repartido formando rombos.
Felizmente la inglesa J.K. Rowling se ocupó de mantener bien lejos de su hijo
de papel todo hollywoodismo que pudiese quemarlo. También el casting es
digno de mención. En él brillan actores de renombre como Richard Harris
–Dumbledore– en el papel del sabio director de la institución y el fornido
Robbie Coltrane –Hagrid– en su rol de guardián de llaves y terrenos de
Hogwarts. Pero también brillan los absolutamente novatos Rupert Grint y Emma
Watson en los papeles de Ron y Hermione, los fieles amigos de Harry. Y no
olvidemos a los puntiagudos druidas de uñas y dedos largos que atesoran los
ahorros de la mágica comunidad paralela y que, como buenos banqueros que
son, logran transmitir esa típica incomodidad a todos y cada uno de sus
clientes.
Tal vez la escena del troll con cara de escapado de Shrek no
guarde relación con la fauna propia del colegio y sus alrededores. Pero el
resto de las especies, que no son pocas, responde sólidamente a una estética
de raíces mitológicas: unicornios, dragones, centauros, cancerberos y demás
se darán cita en las distintas escenas –o páginas– de este film. El partido
de quidditch (híbrido olímpico que cruza el básquet y el béisbol con
la velocidad del hockey sobre hielo) es bastante cuestionable también, pero
entendamos que la idea de proponer escobas voladoras como medio de
locomoción en un campo de juego no debe haberle facilitado las cosas a
nadie.
Harry Potter... no decepciona a sus lectores, ni tampoco a aquellos
que hasta hoy ignoraban que en la agitada estación de King’s Cross
existe un andén 9 3/4 al que sólo se puede acceder atravesando una pared de
ladrillos. Para no salir lastimado, se recomiendan lecciones de magia.
Débora Vázquez |
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