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HERMOSA
LOCURA
(Crazy/Beautiful)
Estados Unidos, 2001 |
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Dirigida por John Stockwell, con Kirsten Dunst, Jay Hernandez,
Bruce Davison, Herman Osorio, Miguel Castro, Tommy de la Cruz.
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Nadie encontrará ninguna sorpresa en esta película armada a base de tópicos:
ella (Kirsten Dunst) es una adolescente rubia, rica, sucia y consentida,
hija de un señor muy poderoso; él (Jay Hernández) es su esforzado compañero
de escuela, hijo de mexicanos pobres del barrio latino de Los Angeles. Ella
se droga, se emborracha y no conoce los límites, él no bebe, hace muchos
sacrificios para estudiar y llegar a incorporarse a la Marina de los Estados
Unidos, y responde "sí señor, no señor". Un vacío afectivo ha provocado el
desequilibrio emocional de Nicole, quien además debe soportar a una
madrastra malvada; el padre de Carlos está ausente y la madre es nutricia,
autoritaria y sobreprotectora, e igualita a la cocinera de Nicole. Lo que
comienza entre ambos como un asunto liviano y transgresor, una atracción
ejercida por el otro polo, deviene amor; de allí en más sucederá todo lo que
es de imaginar. Con una salvedad: las trabas en una relación tan desigual
provienen sobre todo de la autodestrucción que domina a la pareja.
Stockwell parece no haber visto la versión contemporánea de Romeo y Julieta:
West Side Story (o Amor sin barreras). Su película es
esquemática, con situaciones estereotipadas y diálogos elementales, y
responde a los moldes de representación más convencionales. Este producto de
Disney ha aggiornado la historia arquetípica de amores contrariados a
la era Bush. Ahora el racismo proviene del bando de los latinos, para
quienes la joven rubia puede ocasionar la perdición de Carlos, un muchacho
tan aplicado. Y si el padre de Nicole está superado por los desbordes de su
hija y no sabe cómo ayudarla, se debe seguramente a que es un estúpido
diputado demócrata que trabaja por las minorías y admira al ex presidente
Carter. Pero rescatemos lo rescatable: Kirsten Dunst es una buena actriz,
lástima que no supo elegir su película.
Disney y la maquinaria de Hollywood siguen bajando línea sobre cómo debe
funcionar la sociedad, y cómo modernizar las viejas creencias sobre
sexualidad, racismo y discriminación, para entrar de lleno y sin mala
conciencia al siglo XXI.
Los grandes estudios siguen menospreciando a los espectadores. Si quieren
ver una buena historia de amor prohibido sobre adolescentes, realizada con
sutileza y sin sobreinformación, corran al cine de al lado y vean
Descubriendo el amor.
Josefina Sartora |
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