HOMEPAGE
ESTRENOS
VIDEOS
ARCHIVO
MOVIOLA
FORO
CARTELERA
PRENSA
ACERCA...
LINKS















MONKEYBONE

Estados Unidos, 2000


Dirigida por Henry Selick, con Brendan Fraser, Bridget Fonda, Whoopi Goldberg, Chris Kattan, David Foley, Giancarlo Esposito.



Sí amigos, otra película de monos. La tercera del año, y no sólo en el orden cronológico: esta es la peor de todas. Al menos, hasta ahora.

El título no está traducido porque es el nombre del mono, fruto de la imaginación de un talentoso (?) y exitoso caricaturista, Stu Miley (Brendan Fraser), un buen tipo que tiene una linda novia (Bridget Fonda), un ambicioso representante y pocos deseos de dejarse dominar por la fama y el dinero. Sin embargo... Monkeybone es su otro yo, su dark side, que expresa los deseos ocultos inaceptables: su erotismo reprimido, su ambición de poder, de riqueza y de fama, su falta de escrúpulos. Stu/Monkeybone tendrán la oportunidad de sacar afuera todos estos aspectos cuando, después de un accidente, la criatura tome el cuerpo de su autor. Mientras tanto, él permanecerá en coma, y su subconsciente perdurará en un estado de pesadilla permanente en el reino de los sueños, sometido al poder del Dios Hypnos (Giancarlo Esposito) y de la Muerte (Whoopi Goldberg) en un mundo surreal. Monkeybone en el cuerpo de Stu hará mil diabluras, mientras su creador se desespera en una especie de limbo entre la vida y la muerte rodeado de seres oníricos, y trata de volver a la vida cotidiana y al reencuentro con la mujer amada.

Si la síntesis argumental resulta algo confusa y ridícula, en la película estas características se agravan. El director Henry Selick no está a la altura de su maestro Tim Burton. Su historia va saltando de una peripecia a la otra, sin un sólido hilo narrativo que la sustente, con muchas ideas, poca coherencia y ninguna lógica. Derivación de una novela gráfica, Monkeybone pone el acento en la imagen, la producción de arte y el despliegue de efectos especiales, e incorpora la animación, con el mono de historieta generado por computadora que tiene la voz de John Turturro (en el original). Los personajes del mundo de pesadilla son todos freaks surgidos de la más libre imaginación: faunos, cíclopes, mujer-gata se combinan con elefantes que tocan el piano, momias que se mueven como esbirros de la Muerte, todos pululando en una suerte de parque de diversiones del horror junto a Stephen King, Edgar Allan Poe y otros clásicos del rubro.

Esta es una película para quienes aman los mundos de plástico de los efectos especiales, los disfraces y las prótesis, los decorados construidos con espumas, hule y gel, los artificios de la animación por computadora y las pantallas verdes, y también para los que buscan transgredir el difuso borde entre realidad y fantasía. A pesar de su aspecto no es precisamente para los más chicos, a quienes no les resultará fácil seguir la trama.

Casi al final está la mejor secuencia: un cadáver a punto de donar sus órganos vuelve a la vida en un episodio desopilante, que sería desleal anticipar.

Además de la frondosa imaginería de variado diseño, tal vez el más importante monstruo de la obra sea el mismo Brendan Fraser. Sucede con este actor algo similar a lo que ocurre con Jim Carrey. Ambos son buenos comediantes, con una gran versatilidad y capacidad expresiva. Pero parecen haber caído en la trampa del propio Monkeybone: se han dejado tentar por lo más banal, por su capacidad para hacer morisquetas y gestos extravagantes, creyendo tal vez que así dan cauce a su histrionismo. El resultado hace de Fraser un monigote insoportable, que muestra lo peor de sí. Hablando de caricaturas...

Todo esto también es cine. Lástima que debajo de toda esa enorme, costosa cáscara, no haya nada.

Josefina Sartora     


Enviá tu crítica al Foro