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NOCHE
DIABOLICA
(Tales From The Crypt Presents Demon Night)
Estados Unidos, 1994 |
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Dirigida por Gilbert Adler y Ernest Dickerson, con Billy Zane, Jon Kassir, Brenda Bakke, Jada Pinkett, William Sadler.
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Cinéfilos empedernidos, si los hay, los de la clase B.
Paciencia flexible la de esas gentes. Cuentos de la cripta: Noche diabólica parece
elaborada para ponerla a prueba. El largometraje está inspirado en los cortos de media
hora que emitía HBO, muy superiores en promedio a lo que puede verse aquí. Noche
diabólica forma parte de una moda signada por la simulación. Películas hechas a
imagen de la clase B de las décadas del 50 y 60: bajo presupuesto, actores ignotos, pocos
escenarios, usualmente en interiores. Pero sin una sombra del mérito de los clásicos del
rubro, que contrapesaban las precariedades materiales con ideas. El rasgo más fastidioso
de este triste revival es una gruesa confusión en torno del montaje. A esta gente no le
interesa hacer buenos cortes algo esencial en general y particularmente para la
clase B sino muchos cortes. Lo que deriva en una indigesta catarata de planos
cortos (en espacio y duración) que cuando narran dejan gusto a poco y, cuando no,
inyectan un deseo irreprimible de oprimir el fast forward. En unas puestas
frívolas, histéricas y claustrofóbicas.
El título
que nos ocupa también peca de pretensioso. Una partitura omnipresente y unos efectos
especiales con los que ni soñaban los padres de la clase B se esfuerzan por tapar la
superficialidad con el deslumbramiento, como si aprovecharan la debilidad de los
fanáticos del género para impregnarlos de certezas falsas ("todavía no se entiende
un cuerno, pero pinta bien..."). Para dar cuenta del periplo argumental dígase que Noche
diabólica regulgita mal, muy mal, el derrotero de La noche de los muertos vivos (las
excesivamente célebres desventuras de los zombies que filmó George Romero en el 63), y
acumula referencias a otra media docena de títulos famosos. También cuenta con el
carilindo Billy Zane, ex divo de Zalman King (el pillo que se atribuye paternidad sobre
los thrillers eróticos). A Zane le raparon la cabeza, presumiblemente "en
función dramática", ya que hace de monstruo y no convenía que la platea
estableciera asociaciones inoportunas con su pasado de galán.
Guillermo Ravaschino |
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