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EL VIENTO QUE ACARICIA EL PRADO
(The Wind That Shakes The Barley)

Alemania-Italia-Francia-España-Irlanda-Inglaterra, 2006


Dirigida por Ken Loach, con Cillian Murphy, Padraic Delaney, Liam Cunningham, Gerard Kearney, William Ruane, Kieran Aherne, Roger Allam, Laurence Barry.



El director inglés Ken Loach ha comprometido todo su cine con las causas sociales y políticas. En El viento que acaricia el prado incursiona en el conflictivo terreno de la guerra por la liberación de Irlanda, ocupada desde el siglo XII por los ingleses. El film relata el despertar de la conciencia política de un joven médico (el hermoso Cillian Murphy, en otra actuación impecable) que en 1920 está por dejar su pueblo de Irlanda para ir a perfeccionarse en Londres, cuando es testigo de los abusos del despiadado cuerpo de guardias inglés que mata salvaje y arbitrariamente a uno de sus amigos. En su velorio, mientras una mujer canta la hermosa canción del título (literalmente, "El viento que sacude la cebada"), se produce su conversión y entrega a la lucha de la resistencia, y pasa a formar parte del ejército de guerrilla del IRA, liderado en la región por su hermano. Esa batalla lo pondrá más de una vez en conflicto con sus propios criterios como médico, y sus cuestionamientos se agudizan después que el gobierno inglés de Winston Churchill y los irlandeses liderados por Michael Collins (como en el film homónimo de Neil Jordan) firman un tratado de paz que muchos ultra independentistas no aceptan...

El film ha encendido el entusiasmo de muchos críticos. Este año ganó la Palma de Oro en Cannes, aunque algunos entendieron el gesto más como un premio a la larga trayectoria de Loach que a ese film en particular, y aquí en Argentina está siendo unánimemente aprobado. Yo no comparto semejante admiración. El film me parece un tanto grueso, con una pintura de situación y de caracteres muy maniqueísta y didáctica, más aun de lo que es habitual en el cine de Loach. No sólo las tropas de ocupación están pintadas con trazos exagerados, sino que los más viles colaboracionistas y denunciantes locales resultan ser los señores nobles. Si bien en la primera parte hay un enemigo externo muy claro, Loach parece querer evadir el maniqueísmo al presentar la división interna que se produce entre los mismos irlandeses, encarnada en los dos hermanos. La lucha se vuelve entonces literalmente fratricida, de manera semejante a la que se planteaba en Tierra y libertad. Una de las escenas más violentas tiene lugar cuando en un enfrentamiento los oponentes se hablan con familiaridad, nombrándose, pues se conocen de toda la vida, y se matan. Sin embargo, la segunda parte no adquiere el dramatismo que presenta la primera. Y la situación política interna en Irlanda era y es muchísimo más compleja que la reducción que practica este film. Personalmente, prefiero al Loach de los temas sociales menores en los cuales pinta los peligros del capitalismo, como en Riff-Raff, Como caídos del cielo, o Ladybird, Ladybird, más que el de las grandes épicas.

Loach ha manifestado que este film de época quiere remitir a la situación contemporánea de países muy pobres brutalmente vandalizados por el actual ocupante, imperialista y poderoso, como es el caso de Irak o Afganistán. Loach parece preguntarse qué sucederá después de la tregua. En fin. Uno de los mejores logros de este largometraje es la fotografía de Barry Ackroyd, que resalta la belleza de una tierra por la que vale la pena exponerse a caer en los lúgubres calabozos de la opresión.

Josefina Sartora      

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